Sesión 9 - 13/09/2021
Tras conversar con los guías, nos cuentan que un poco al este de Kir Sabal hay un sitio que se llama "Huesos de aguja". Una especie de sumidero repleto de huesos de animales o incluso de goblins.
Día 10 vamos hacia el sur a doble velocidad sin problemas.
Día 11 idem, y cerca del final del día, vemos a lo lejos el pueblo de Kir Sabal. Pero avanzando vemos una patrulla de 10 soldados, un segundo y un primero, con 4 velociraptores (deinonychus). Es una patrulla del Puño Ardiente. Nos escondemos y conforme se acercan, dos de los velociraptores se quedan "mosqueados" atentos a los lados como si nos estuvieran olisqueando. En ese momento lanzamos a uno de los monos voladores a modo de señuelo y acaba funcionando. La patrulla lo identifica como una falsa alarma y sigue su trayecto, y conseguimos con esa estratagema evitar el enfrentamiento.
Llega la noche y amanece sin problemas.
Día 12. Llegamos a Kir Sabal, y de día vemos que salen los aaracrokas de la ciudad, por la noche no entra ni sale nadie.
El "edificio" más bajo está a unos 500 pies del suelo. Subimos Eku y yo (con cierta dificultad) y llegamos al primer edificio. Son las viviendas. Cuando llegamos a la primera puerta, vemos a dos aaracrokas haciendo labores de hogar. El interior es muy estrecho y no se puede volar dentro. No hay nada ostentoso y son cosas de madera o escamas muy funcionales.
Nos reconocen según las historias que contó Nephir, y nos dirigen hacia Asharra, en el templo, para hablar con ella.
Los duques del viento, Aaqa, son los que veneran los Aarakocra. Pasamos por la "casa de la purificación", donde se acicalan. Después llegamos al templo. Hablamos con Asharra que parece mucho más vieja que los demás. Le preguntamos sobre la ciudad de serpientes entre riscos y la identifica. Se llama Omu, y es capaz de ubicarla en un mapa.
En Omu hay muchas gárgolas (enemigos predilectos de los Aarakocras). Se trata de una antigua ciudad en ruinas. En su tiempo fue la capital, la ciudad más importante de Chult, pero ahora está en ruinas. No saben qué hay ahí, pero con ellos, viven los dos últimos supervivientes de la dinastía de reyes de Omu. Nos los puede presentar: la princesa Mwaxanaré (17 años) y el príncipe Na (6 años). Su bisabuela fue Napaka, la última reina que gobernó en Omu. El padre de los dos supervivientes murió en una caída, y a su madre la mataron los hombres pterodáctilos. Los Aarakocras los salvaron de una muerte segura y viven con ellos desde entonces protegidos.
Nos indican sitios próximos como el desierto de Nsi. El río Olung acaba en el lago Luo, y antes está el lugar llamado Nangalore. Al sur hay un valle de ascuas, donde empieza la montaña de picos de fuego. Hay un asentamiento llamado Bahía Refugio en el mar, pero no hay ningún asentamiento humano o con gente "civilizada". La parte central de la isla está más infestada de muertos vivientes. Al este del río Olung hay más bosque y animales (animales, no revividos).
La princesa dice que quiere el Cáliz de cráneo de Ch'gakare. Tiene un simbolismo muy importante en los monarcas de Omu, y que si tuviera ese caliz, todo el mundo la reconocería como fiel heredera para reclamar su puesto. Está convencida de que está en Omu. Si vamos allí, nos ruega por favor de que se lo traigamos y nos recompensará sustanciosamente.
El cáliz es una copa enjoyada. Ch'gakare fue un rey omuense, era un legendario héroe chultano que decapitó al monarca contemporáneo y con su cráneo se hizo el caliz. Sirvió de símbolo dinástico de Omu, y se ha ido heredando.
Nos explican Asharra que hay un ritual que puede hacernos para poder viajar más veloces. Se llama la danza de los 7 vientos, y nos daría alas hasta 10 personas. Dura 3 días y nos da una velocidad de vuelo de 30 pies. Pero para realizarlo necesitan una orquídea negra que tienen que pulverizar para poder inhalar ese polvo. Esa orquídea se puede encontrar únicamente es en Nangalore. Haiendo cáclulos, 2 horas y media volando nos da para cruzar 1 hexágono.
Con toda esta información, dejamos la sesión para pensar en nuestro próximos pasos.
Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!