sábado, 30 de agosto de 2014

Gwydion, 25 años tirando dados (I) : El inicio

Aproximadamente hace 25 años por estas fechas jugué mi primera partida de rol.  Por tanto voy a realizar un post autobiográfico comentando cómo ha sido mi experiencia con el mundo friki desde entonces para celebrar mis bodas de plata.

Antes de comenzar a contar nada decir que siempre he sido friki, aunque antes no existiese siquiera la palabra o se hubiese oído hablar de ella.  Los primeros recuerdos que tengo es salir apasionado del cine tras ver El Imperio Contraataca con 4 años a pesar del miedo que me dieron Dagobah y Yoda.  También desde siempre he tenido una gran afición por la lectura tanto libros como tebeos (lo siento, soy de la vieja escuela y siempre diré tebeos) y por la época medieval (ahora he ampliado objetivos y encanta la historia en general hasta el siglo XVIII, pero no soy ningún erudito).  Tengo también un punto de coleccionista aunque más de conservar lo que tengo que ampliar mi colección con cosas sólo para mirar o por el placer de tenerlas (eso sí, no me gusta tener una colección de comics con huecos).  Curiosamente nunca he sido muy aficionado a los videojuegos (el civilización es el mejor que hay).  De todas formas siempre he defendido la teoría de que todo el mundo es friki de algo y el que diga que no lo es es porque no ha encontrado su hobby.  Pero volvamos a cómo descubrí el rol.

Una mañana había quedado con mis amigos Andoni e Iván (un saludo para los dos) para jugar al ordenador.  Al llegar a casa de Iván me encontré con que había invitado a una cuarta persona que nos iba a enseñar un juego muy chulo y divertido.  El juego no era otro que Dungeons & Dragons.  Aunque no había jugado nunca, lo conocía puesto que aparecía anunciado en todos los libros de Dungeons & Dragons aventura sin fin (muy similares a los de elige tu propia aventura) pero no tenía ni idea de lo que iba eso.



El chico (es curioso cómo no recuerdo el nombre de esta persona que me introdujo en algo que ha sido tan importante en mi vida como es el mundo del rol) nos explicó brevemente que consistía en interpretar a un personaje en una aventura.  Así que nos pusimos manos a la obra y comenzamos a hacer los personajes. Tiramos 3d6 para las características y las poníamos por orden. Luego se elegía la profesión y a jugar. Sin más, ni nombres, ni trasfondo ni nada. No recuerdo gran cosa de la aventura salvo que mi primer personaje fue un ladrón y que conseguí robar la corona que íbamos a buscar sin que se activase ninguna trampa.

La cosa nos gustó tanto que volvimos a quedar al día siguiente, se apuntó Gorka, el hermano menor de Iván, y volvimos a hacer personajes nuevos.  Esa vez me tocó un mago con constitución 18.  Yo no quería ser mago pero me tocó hacer el personaje el último y no se podían repetir profesiones.  Así que equipé a mi mago con una coraza y lo lancé a la aventura (nadie en su sano juicio, iría sin protección a luchar contra unas gárgolas y menos armado con una daga y un mísero conjuro de luz).

Al día siguiente repetimos otra vez y me volvió a tocar un mago con inteligencia 9.  Como ya tenía menos sentido común, sólo se lanzó a la aventura con una cota de malla.  Ese día empezamos a preguntar cómo llegar a nivel 2, qué pasaba cuando subías de nivel y la razón por la que cada día usábamos un personaje distinto.




Después el chico que hacía de master desapareció y nunca más supe de él.  Afortunadamente Iván había sacado fotocopias de parte del libro del master y con esas fotocopias y varias hojas manuscritas en las que resumimos todo lo que recordábamos de tiradas de salvación y demás, comenzamos la aventura.  Todavía tengo guardada por algún lado la hoja que diseñé a mano así como los monstruos que inventamos.

Después comenzó el instituto y quedamos sólo los fines de semana, el grupo de amplió y ya nos juntábamos 6 o 7 personas a jugar sin un master fijo y sin manuales en condiciones.  Sigo recordando con gran cariño la aventura de Andoni de la Reina Dragón que nunca acabó pero que marcó tanto que la plagié en varias ocasiones con distintos grupos, aunque tampoco la acabé nunca.  Por aquel entonces quise ser master por primera vez y no me avergüenza decir que fue un desastre.  Tan desastroso fue que me prometí no volver a dirigir (una de las muchas promesas que nos hacemos y luego no cumplimos).

Sólo un mes después encontré en El Corte Inglés encontré el Runequest Avanzado y me lo compré junto con 2d10 por 2.995 ptas.  Ese fue mi primer manual original (¿será por eso que tengo tanto cariño al Runequest?).  Mis padres me preguntaron la razón de comprar un manual avanzado cuando no tenía el básico.  Las razones de esta compra fueron dos.  No tenía dinero para comprar los dos juegos y la segunda es que Iván se acababa de comprar el día anterior el manual básico que fotocopié la semana siguiente.



En aquel tiempo jugábamos en cualquier sitio, no hacía falta una mesa, nos arreglábamos con cualquier superficie plana y la mayor parte del tiempo jugábamos por los pasillos y escaleras del centro cultural.

Durante ese tiempo Andoni y yo intentamos crear un juego de rol de superhéroes, un proyecto iniciado con mucha ilusión que nunca terminamos.

Aquel grupo no duró mucho, tras un par de meses comenzaron a dedicarse a actividades más etílicas por lo que inicié a dos amigos del instituto en un banco del parque.  A ambos les gustó y conseguimos formar otro grupo con amigos de amigos.  A pesar de todo no perdí el contacto con Iván y Andoni.

En el segundo grupo conocimos a gente nueva y retomé el contacto con conocidos del colegio que tenían muchísimo material de Dungeon fotocopiado (Gracias por todo Yannick).  Conseguí así la edición básica completa en castellano, así como las expansiones Expert y Companion en inglés (y sí, es gracias a esas fotocopias en inglés que ahora no tengo problemas con la lengua de Shakespeare).  Con ellas podíamos llevar a nuestros personajes hasta nivel 25.  Se rumoreaba que al llegar a nivel 36 ascendías a la divinidad pero eso algo que ninguna persona que conocíamos había conseguido ni teníamos ningún manual que lo dijese.

Las aventuras en aquel entonces, que dirigí puesto que era el más veterano, eran bastante sencillas y se reducían a ganchos fáciles en misiones de saqueo resumidas en abro puerta, mato monstruo, recojo tesoro y repetido en un bucle hasta que no quedaban más habitaciones.  Así teníamos dungeons con una ecología realmente extraña, monstruos que no podían salir de las habitaciones en las que estaban y muchas otras cosas raras.  Supongo que es una etapa por la que todos hemos pasado.

Poco a poco, las aventuras comenzaron a tener un poco más de historia, influenciadas por los libros de Dragonlance o los Reinos olvidados y series como Dragon Ball y Caballeros del Zodiaco.  El mundo resultante era bastante extraño puesto que era una extraña mezcla de todo.  A día de hoy me pregunto cómo podía haber vida en esos mundos.


Podría decirse que durante esta época D&D fue el rey.

Gwydion


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

miércoles, 27 de agosto de 2014

Diario de Juego: Fiesta en Bird Valley (Epílogo Hijo Rata)


Maldita sea, Bird Valley, un pueblo tranquilo, de gente acomodada y sin problemas. Me fui de Los Ángeles para huir de los tiroteos, las bandas, los atracos, secuestros y toda la delincuencia que atrae una gran ciudad. Bird Valley, quizás fue mi salida de toda aquella jungla, pero aunque lo sabía, me negaba a pensar que alguna vez llegase a Bird Valley. Tan solo pequeñas multas de aparcamiento, algunos chavales borrachos y algún menudeo de droga, pero nada que no sea controlable. Pero se ha acabado.

- Sheriff, ¿dónde vamos?
- Llevamos todo el día buscando a los chavales desaparecidos por todo el pueblo y alrededores y no hay rastro. Sólo nos queda un sitio donde buscar antes de dar parte para solicitar ayuda. Y sinceramente, espero que no los encontremos allí, siempre me  ha dado mala espina. El viejo Hospital Psiquiátrico Carpenter.

Guardamos silencio los diez minutos que nos restan hasta llegar al desvío en el que cogemos la estropeada carretera que atraviesa las montañas. Cinco minutos más tarde la dejamos para avanzar por una pista de tierra muy deteriorada. Se nota que aquí no viene nadie y hay que conducir con cuidado. Bosque a izquierda y derecha cuesta orientarse, pero sí, ahí está la entrada. Giramos a la derecha, avanzamos unos 100 metros y ... mierda, mierda, mierda.

- ¡Sheriff! ¡Mire, mire! ¡Ahí delante! Pero, ¿qué narices ha pasado?
- Maldita sea, ya lo he visto.

Paro el coche en seco y bajamos rápidamente. Me cuesta entender lo que veo, y a Joe también, se le nota en la cara. Hay una moto incrustada en un coche. Pero la forma en la que están posicionados ambos es espeluznante. El coche está completamente destrozado a golpes, pero es que la moto, da la sensación de que la han utilizado como una especie de bate para golpear al coche con un espectacular golpe final que ha dejado fundidos los dos vehículos entre los amasijos de hierro. ¿Quizás con alguna grúa o material de demolición?

Saco el arma. Joe me imita. Está asustado.

- Tranquilo. Mira por ese lado.

Voy hacia el otro lado. Y veo lo que esperaba pero no quería. En el suelo encuentro el cuerpo de uno de los chavales desaparecidos. Ha recibido tantos golpes que me extraña que aún tenga algún hueso intacto.

- Joe, aquí. He encontrado a uno.
- Dios mío. - Se acerca temeroso sin soltar el arma. Tras inspeccionar el cadáver unos segundos - Algo no cuadra aquí. Ha sufrido muchos golpes, pero mira esto, tiene un destornillador clavado en el pecho. Si no lo mató esto, es porque ya estaba muerto cuando se lo clavaron.
- Avisa por radio. Habrá que llamar al juez. Que vengan también Claire y Thomas - los vamos a necesitar. Joe tiene un ojo clínico increíble, pero la acción no es su punto fuerte. Quizás por eso esté en Bird Valley, como yo.

Continúo avanzando un poco más y descubro otro cadáver en una situación similar al anterior. Golpeado hasta la muerte, y probablemente aún más. Bird Valley, un pueblo tranquilo, maldita sea.

- Ya están de camino - me indica Joe mientras se acerca - ¡Madremía!

Tras una breve revisión detectamos un rastro que se interna en la zona boscosa dirección al edificio principal del hospital. Arma en mano avanzamos en silencio unos 50 metros después hasta que descubrimos otro vehículo también destrozado pero no con la saña del anterior.

- Jefe, este coche es el que nos faltaba, dos coches y una moto. Esto no va a acabar bien...
- Aún no lo sabemos - le digo sin ninguna convicción - vamos a seguir. Joe, atento, aún quedan 7 desaparecidos, aún queda esperanza.

Pasamos la puerta principal del recinto siguiendo el camino que serpentea un poco hasta mostrar de golpe el gran edificio del hospital psiquiátrico. Malas historias cuentan de este lugar, y a partir de hoy se contarán más.

Nos acercamos un poco más guardando silencio. La puerta principal está en el suelo y hay rastros de sangre. Sin duda, ha habido lucha en este lugar. Con señas Joe y yo nos entendemos bien. Entro en el edificio, en el hall del hospital, y las señales de lucha continúan. En el mostrador una radio apagada y varias latas de cerveza vacías demuestran la teoría inicial: una fiesta adolescente.

El lugar se mantiene en silencio, y estamos muy tensos y nerviosos. No nos gusta este lugar, pero tenemos que encontrar a los chicos.

Exploramos la planta baja sin encontrar más que polvo y suciedad. Tuvieron que estar en el piso de arriba, así que subimos con la poca luz que entra por las ventanas sin persianas y la que proporcionan nuestras linternas. Arriba, vemos un rastro que lleva al baño. Nos preparamos, abro la puerta cuidadosamente y ...

- ¡Mierda! - se me escapa. Se me eriza el vello y me empiezan a entrar náuseas.

El pobre Joe directamente al ver la escena no puede contenerse y vomita. No hay nada que reprochar, la escena es horrible y dantesca. Hay un joven en el suelo en un charco de sangre, probablemente suya. Hay un lavabo arrancado con el que han golpeado al joven hasta incrustarle la cabeza en el lavabo, dejándoselo puesto alrededor de la cabeza, como si fuera uno de esos perros a los que le ponen ese plástico en la cabeza para que no se pueda rascar.

Salimos del baño e intentamos recomponernos. Tenemos que continuar, aunque esto está siendo muy duro. Después de 5 años trabajando aquí, empiezo a echar de menos Los Ángeles.

Continuamos revisando la planta de arriba y enseguida descubrimos algo que nunca había soñado ni en mis peores pesadillas, superando lo que ya llevo visto hoy. En el suelo están 5 cadáveres, 4 jóvenes y un adulto de unos 50 años que no estaba desaparecido. ¿Quizás el asesino? Instintivamente le apunto con el arma, a pesar de que sé que está muerto y no se puede levantar. Todos están llenos de golpes y heridas atroces. Sé un poco de medicina, y estoy seguro de que algunos de ellos sufrieron mucho hasta morir.

- Sheriff, ¡mire!

Alumbramos con las linternas y vemos un charco de una especie de líquido negro y viscoso sobre el que hay un objeto extraño encima.

- Esto es ... ¿una máscara? - dice Joe.

Saco la porra y le doy la vuelta. No me jodas.

- Una máscara de gas - la reconozco por las clases de la academia y los documentales de la tele-. Pero de las antiguas, parece de la segunda guerra mundial. ¿Qué fiestas organizan los atontaos de este pueblo?

Nerviosos, comenzamos a revisar los cuerpos y los alrededores de la masacre. Puertas y paredes rotas indican la brutalidad de la pelea que tuvo que haber aquí.

- Sheriff, mire. Esta chica tiene una cámara de video en la mano y está enfocando la escena.

La chica parece más preocupada en que la cámara enfoque la escena que en salvarse a sí misma. Esto sólo puede significar que consiguió grabar algo. Sé que no debo y que me estoy saltando algunas normas al hacer esto, pero cojo la cámara y la enciendo. Compruebo que hay grabaciones así que rebobino un poco y le doy al play.

"(...)
-Venga, está a punto de llegar. Vamos a hacer un señuelo cómo hemos quedado, y Lisa, sé rápida. Hay que conseguir acabar con esta cosa. Ahí llega.
-¡Eh! ¡Ven aquí!
-Escuchadme, ratas
Thonk, chak.
-Agh.
-Joder, no vamos a terminar
-Salid de vuestras madrigueras y
Plaff, Brom.
-Ugh.
-¡Muere maldito bastardo!
-Atended a mi plegaria
(...)"

Paro la grabación, necesito unos minutos antes de seguir, porque esto vence todas las leyes naturales. Maldito pueblo tranquilo, cómo echo de menos Los Ángeles.



Fin del epílogo, más información sobre la partida aquí y en este vídeo.


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

martes, 12 de agosto de 2014

Simioreseña: Love letter

     Tras un largo periplo por el desierto debido a problemas personales de distinta índole volvemos con las simioreseñas. Esta vez le toda a: Love Letter.


     Love Letter es un juego de gestión de personajes de 2 a 4 jugadores que consta únicamente de 16 cartas y 4 de ayuda con una duración aproximada de 15 o 20 minutos. Por lo tanto es ideal para llevar encima y aprovechar los tiempos muertos.


     El objetivo del juego es muy sencillo llevar tu carta de amor a Annette y conseguir ganar su corazón. El número de cartas necesarias depende del número de jugadores, 7 en el caso de 2 jugadores, 5 con 3 jugadores y 4 con 4 jugadores.


     Cada jugador recibe dos cartas de personaje en su mano y al comienzo de cada turno roba una nueva del mazo descartándose de una de las 3 que tiene en su mano. Es decir, sólo puedes acabar tu turno con 2 cartas en la mano. Inmediatamente se aplica el efecto de la carta descartada. Y seguimos así hasta que se acaban el mazo o todos los jugadores menos uno han sido eliminados. En caso de que haya varios jugadores en juego al final de la ronda gana el que tiene en su mano la carta con valor más alto.

     El juego continua hasta que se cumple el objetivo establecido por el número de jugadores.

    En las propias instrucciones se indica que hay que jugar con gente horada debido a que hay efectos en las cartas que afectan a personajes de la mano (como en Ciudadelas).




     Hay ocho tipos distintos de personaje, siendo los más numerosos los de baja puntuación.


    El juego es entretenido y sin ser un gran juego permite jugar varias partidas por lo que es ideal para cualquier ludoteca. Además es un juego apto para no-jugones.

     Lo malo del juego, si es que se puede llamar malo, es que tiene tan pocos componentes que, aunque el precio no sea elevado (unos 10€) ha sido carne de cañón para el P&P por lo que no sólo podéis encontrar la versión original, sino también múltiples adaptaciones como Star Wars, El Señor de los Anillos, Hora de Aventuras, Dr. Who, etc. Cambiando un poco el trasfondo y los personajes, la mecánica del juego es la misma.



Gwydion.


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!