El pasado sábado los monos celebramos el evento
friki que bautizamos como “1ª Aldeita Rolera”. Ha sido la primera
vez, al menos desde que yo estoy en el grupo y me invitan, que nos juntamos
todos (los que fuimos, que faltaron varios) un día de fin de semana para dar
rienda suelta a nuestra pasión friki (generalmente nos juntamos alguna tarde
entre semana). Tuvimos
una jornada de 12 horas, descontado la hora de comer, de pasión friki
desenfrenada, de 10 de la mañana a 10 de la noche. Realmente fue un poco menos ya que la
puntualidad no es algo en lo que destaquen ciertos monos, pero los que sí cumplimos
con el horario previsto estuvimos charlando, por lo que cuenta como parte
oficial del evento.
El día comenzó con una partida de Descent bastante
interesante y, en la que conseguimos el objetivo de chiripa con un solo jugador
vivo. Nunca había jugado a este juego y,
aunque, a priori, los juegos tipo Heroquest no me van, no pasamos un mal
rato. El juego, que tendrá una próxima
simioreseña, no está mal. Viendo solo como
el Señor Supremo, sigo pensando que el autor del juego tenía un problema de
autoestima, disfrutaba llenando las habitaciones de monstruos y su cara cuando
acabábamos con ellos en un tiempo record ya la experiencia mereció la pena.
Comenzando con el nivel 2... |
Tras pasar toda la mañana matando monstruos a
diestro y siniestro, demostrando lo útiles que eran mis dos mofetas familiares
y consiguiendo acabar la partida in extremis (acabamos con el dragón con el
último jugador vivo), hicimos parada para recargar el depósito a base de sana
comida.
La primera muerte del dragón |
Por la tarde comenzamos con la aventura Despertados,
que aunque al principio nos consto un poco meternos en situación, tanto que nos
pasamos el rato haciendo chistes malos, al final resultó una de los mejores
momentos de la tarde. Para no destripar
la aventura diré que fue muy intensa y, al menos yo, me metí muchísimo en el
personaje y además con muy poco esfuerzo.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto jugando. Fue uno de los mejores momentos del día.
Después de un momento de subidón, viene otro no tan
bueno. Aquí retomamos una aventura de La
Marca del Este pero con el sistema de El Señor de los Anillos. Comenzamos con un grupo de 3 personajes de
nivel 5 justo en el punto donde dejamos la sesión de la Marca del Este. Toda la sesión fue combate contra un grupo de
orcos que nos dieron para el pelo.
Comenzamos a sufrir críticos, atontamientos y pérdidas de puntos de
golpe por asalto por lo que la horda orcos acabó con el grupo y los personajes
de reserva. Así pues, el grupo de orcos sufrió 8 bajas y nosotros 5, el último
personaje, el que yo llevaba, Eselguay el elfo, decidió tomarse las de Villadiego,
es decir, huir.
El Valiente Eselguay |
Tras esta sonora derrota, el master propuso retomar
la sesión con nuestros personajes de toda la vida, pero tras pensarlo un poco y
ver que éramos demasiado pocos, decidimos dejarlo para otro día que fuéramos
más (solo éramos 3 jugadores y el master).
A pesar de todo fue bueno encontrarme con Ann-a-belle Tirocertero.
Ann-a-belle con sus mascotas Mono, Cerdo y Gato |
Así pues, para matar lo que nos quedaba de tarde
probamos el juego Kalua, que está simioreseñado aquí, y que no habíamos probado
nunca. Fue también una experiencia
divertida. Jugamos 2 partidas seguidas,
de las que ninguna superó la media hora de duración y creo que pasamos un buen
rato, aniquilando infieles y convirtiendo a isleños a la verdadera religión
(que resulto no ser la mía en ninguna de las dos partidas).
Con esto ya llegamos al final de la sesión y tras
media hora de charla se pasó a una cena a la que no asistí ya que mi estómago
ya no soportaba más comida. Sí, me hago
mayor y ya no tengo el estómago de antes.
Así pues, llega la valoración final del evento. Estuvo Genial y hay que repetirlo con más
monos (ya que sólo asistimos 4 y quedamos escasos para algunas actividades).
Gwydion
Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho
hasta entonces!
No hay comentarios:
Publicar un comentario