Kalua es un juego de 3 a 5 jugadores de la desaparecida editorial española Homoludicus (absorbida ahora por Edge) en el que cada jugador toma el papel de un dios de una isla tropical y debe conseguir ser el único dios de la isla. Es un juego al más puro estilo Populus (existía hace ya muchos años para PC).
El ganador será el jugador que consiga todos los adoradores de la isla o el que más tuviese en el momento en el que todo el mundo muriese.
El juego consta de un pequeño tablero, marcadores de felicidad y oración para cada jugador así como diferentes fichas para representar a los nativos y varias cartas.
Al inicio del juego se separan las cartas en 3 montones:
- Desastre Local: sólo afectan a un jugador
- Desastre Global: afectan a todos los jugadores
- Bonus: Dan ayudas a tu religión.
Cada jugador coge 5 cartas a su elección de cualquiera de los 3 montones, posteriormente recibe 10 familias de adoradores, 1 líder, 5 puntos de felicidad y 5 oración.
El jugador activo coge tantas cartas como quiera de cualquier montón hasta tener 5 en la mano y 1 si ya tiene 5 o más. A continuación, empezando por él, cada jugador indica lo que hace su líder. Las acciones son:
- Convertir ateos
- Convertir fieles de otra religión
- Dar un sermón
- Autosacrificarse
Cada acción tiene un efecto diferente más o menos potente.
Después el jugador activo juega tantas cartas como quiera de su mano, pero de una en una. Puede jugar bonus, desastre local, desastre global … pagando el coste de activación de cada carta y descontándolo de sus puntos de oración. Las cartas de desastre global tienen un coste activación cero ya que afectan a todos los jugadores. Si se pagan 6 puntos de oración quien ha jugado la carta será inmune a sus efectos y, si paga 12, sus efectos se doblan, pero nadie es inmune.
Cuando el jugador activo ya no quiere jugar más cartas, se da paso a la fase de conversión donde cada religión recibe conversos de otras religiones en función de su felicidad. Como todo el mundo quiere ser feliz, las religiones menos felices perderán fieles que pasarán a las más felices.
Tras esta fase comienza la fase de rezar. Por cada 5 familias se recibe 1 punto de oración. Además, la religión más infeliz recibe 4 extra y el resto, excepto la más feliz, 2 extra. Esto es lógico ya que, cuando peor están las cosas, más rezamos.
Tras este paso, si nadie gana, le toca al siguiente jugador.
La duración del juego es de 40 minutos, según pone en la caja, aunque no he tenido oportunidad de estrenarlo, y no precisamente por falta de ganas, se me antoja un poco escasa y creo que será más. Quizás sea debido a que en mis grupos de juegos, hasta la partida más corta se transforma en un festival de piques, alianzas y contraalianzas.
Cuando compré el juego, me regalaron la expansión promocional, y única hasta el momento, Dioses. En esta expansión hay habilidades especiales que se reparten entre cada jugador que podrán ser usadas una vez en el modo normal y durante toda la partida desde su activación en el modo mítico.
El juego se me antoja divertido y propenso a muchos piques, pero como no he jugado, no puedo confirmarlo. En mi opinión es un juego para jugones (otra vez sin haberlo probado).
Gwydion.
Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!
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