miércoles, 4 de marzo de 2015

Diario de Juego: VILYAMAR (sesión 2015-02-26)


    De nuevo volvemos con la narración de nuestras aventuras en Vilyamar, nuestra campaña de El Anillo Único. Hoy adaptamos el diario para poner el punto de vista del enano Doron. Hoy hablamos mucho sobre los objetos que componen el Botín de Gorlim, así que en la próxima entrada detallaré lo que el grupo sabe de los mismos. Esperamos que os guste.


2015-02-26
MENEGROTH. Exploración de la Mazmorra de la Pirámide.

     Mientras descansábamos en la sala de la pirámide llegamos a la conclusión de que esta era exactamente igual a las otras dos que habíamos visto anteriormente. Quizás parecía un poco más nueva y cuidada, pero supusimos que era simplemente porque estaba más refugiada y no al aire libre como las otras dos. En esta sala había dos caminos para elegir, uno de buena construcción y el otro un poco peor, pero no por eso de mala construcción. 

     Después de meditarlo bien decidimos ir por el segundo de los caminos disponibles, el de la derecha que no tenía un acabado tan fino. Avanzamos por él hasta llegar a una bifurcación, llevándonos hacia la izquierda o continuar avanzando en línea recta. El camino de la izquierda parecía que se elevaba mientras que el que seguía recto parecía llano. Finalmente decidimos continuar recto y llegamos a una abertura con telarañas. Después de dudar unos momentos decidimos entrar y nos encontramos en una gran sala en la cual destacaban dos pasillos al fondo que parecían que daban a unas celdas ya que vislumbrábamos a lo lejos unos barrotes.

     Al entrar con cuidado a la sala repleta de telarañas, Pringle (el hobbit) fue sorprendido y atrapado por una tela de araña. Vimos a una gigantesca araña corriendo por las paredes y techo de la sala. Aparte de ser monstruosa, muchísimo más grande que cualquiera de las que habíamos visto hasta entonces, observamos que llevaba una inmensidad de huevos en su barriga. Tal era su tamaño y la cantidad de huevos que verdaderamente podría ser la responsable de al menos la mitad de todas las arañas que poblaban estas cavernas.

     Comenzamos un combate infernal con la araña para evitar que llegase a apresar a nuestro querido hobbit. Desagüer impactó en la araña con un golpe magistral, pero esta nos demostró que tenía una piel tan dura que el hacha salió rebotada. Pero tras esa sorpresa no nos rendimos y continuamos golpeándola mientras Pringle se deshacía de las telarañas que le rodeaban. Junto con Alatariel realizamos unos ataques heroicos provocándole ambas heridas a la gigantesca araña, forzando su huida. Ésta emitió un grito tan ensordecedor que un escalofrío nos recorrió el cuerpo.

     Al instante empezamos a a escuchar ruidos por toda la caverna de arañas corriendo, por lo que averiguamos que ese grito en realidad era una llamada a sus familiares. Sin pensarlo mucho empezamos a correr hacia los pasillos del final de la sala huyendo de todas las criaturas que se nos echaban encima y efectivamente vimos que había celdas con barrotes a ambos lados de los pasillos. Aunque no nos pudimos detener mucho, observamos cómo había algunos restos enanos en algunas de las celdas, pero teníamos otras preocupaciones mucho más urgentes como para poder investigar qué había en las celdas con detenimiento. De hecho empezamos a pelearnos con 2 arañas que liquidamos rápidamente entre Desagüer y yo, mientras que Alatariel cubría la retaguardia y Pringle aprovechaba la ocasión para inspirarnos mediante una gran canción. Continuamos avanzando para que no nos alcanzasen las demás arañas, pues el ruido que provocaba una gran multitud que se acercaba rápidamente tras nuestros pasos no resultaba nada agradable.  

     Tras cruzar el pasillo vimos otra abertura pequeña que salía de la sala dando a otro pasillo que continuaba hacia las entrañas de la montaña así que, sin pensarlo dos veces, seguimos en esa dirección a toda prisa. Al ser yo el que mejor se desenvolvía en la oscuridad encabezaba el grupo y al poco tiempo mientras la pendiente del pasillo iba aumentando, resbalé debido también a un aumento de la humedad. Comencé a deslizar hacia abajo, cual tobogán acuático. Menos mal que mis compañeros estuvieron más atentos que yo y con unos reflejos dignos de mención, consiguieron agarrarme antes de que siguiera cayendo. Nos reagrupamos y al margen de los ruidos de las arañas que llegaban por la retaguardia conseguimos escuchar ruido de agua más adelante del pasillo resbaladizo.

     Alatariel descendió con seguridad por el pasillo hasta que descubrió que desembocaba a un río subterráneo de fuerte corriente. Se asomó para averiguar las dimensiones y características del río para descubrir que la fuerza de la corriente era muy potente, y casi por un golpe de suerte descubrió otra abertura al otro lado del río así como unos anclajes vacíos a un lado y otro de la orilla. Alguna vez hubo allí un puente que permitía pasar de un lado a otro de forma fácil, pero ahora sólo quedaban esos viejos y oxidados anclajes. Sería un suicidio cruzar así que nos armamos de valor y retrocedimos sabiendo que no había otra salida que plantar cara a todas las arañas que nos perseguían y probablemente de nuevo a la gran y monstruosa araña.

     Retrocedimos por nuestros pasos y empezamos inmediatamente un combate con casi una docena de arañas. El combate fue muy tenso y Alatariel cayó herido por los múltiples ataques de las arañas. Menos mal que aún nos quedaban pociones de las que nos dieron los amables enanos de Menegroth, para conseguir que el elfo se recuperase.

     Seguimos hacia la sala de las celdas y efectivamente allí nos esperaban otra docena de arañas y volvió a aparecer la gigantesca araña, pero esta vez nos pareció aún más monstruosa que antes. Habíamos herido su orgullo y quería venganza, pero esa criatura engendrada del mal tenía que ser expulsada de este mundo y ¡junto a mis amigos íbamos a a exterminar dicho mal! El combate fue muy duro y la araña consiguió huir al final pero justo antes de que se perdiera en las sombras lanzó de nuevo un grito aterrador que retumbó en toda la caverna. Casi diría que es posible que se escuchara en la misma ciudad de Menegroth. No era un grito de derrota, era un grito de llamada. Reclamaba a todas las arañas de la caverna, y eso si que era un gran problema. Echamos un vistazo a las celdas justo antes de salir de allí y cogimos un hacha larga de combate que tenía unos dibujos de calaveras y mango negro (realmente siniestra), 1 bolsa con 3 canicas (que parecían del tamaño ideal de una piedra para honda) y un cuerno enano (que parecía ser de un guardia enano que pereció allí mucho tiempo atrás).

     Volvimos corriendo a la primera bifurcación que nos encontramos y cogimos el camino que dejamos antes (el que parecía ascender) llegando a unas escaleras ascendentes, un pequeño rellano a continuación y unas escaleras descendentes llevándonos a una habitación con unas ballestas apuntando a unos agujeros de la pared. Al asomarnos vimos que esos agujeros daban al pasillo de construcción excelente, así que desactivamos las trampas y volvimos a la sala de la pirámide para avanzar por el camino de construcción espléndida. Pasamos por donde se supone que se activaría la trampa que acabábamos de desactivar llegando a una sala muy grande con una jaula en el centro con unos barrotes de mármol, aunque la jaula no tenía ninguna puerta (ni entrada ni salida) y justo enfrente se hallaba un altar con un hueco donde podría encajar algo y una inscripción que rezaba “Con tus propias armas serás preso durante toda la eternidad”.

     Haciendo memoria de todos los descubrimientos realizados, deducimos que en el altar encajaría perfectamente el Cetro del jaguar (uno de los 5 objetos de Vilyamar de la colección de "El botín de Gorlim"). La última misión del cetro fue capturar al NIGROMANTE LOBO, así que nuestras sospechas se iban confirmando. Tras siglos de captura, el legendario nigromante había escapado de su prisión.

Este es el plano de la mazmorra de Menegroth que hemos explorado.
Algún día volveremos para acabar con la monstruosa araña.

     Pero sin tiempo a la relajación volvimos a sentir la presión y ruido de las arañas corriendo tras nuestros pasos, así que reemprendimos nuestra carrera por salir de la caverna para regresar a la zona habitable y segura de Menegroth. Una vez que llegamos a la gran puerta, hicimos la señal a los guardias que protegían la ciudad de la caverna y nos abrieron la puerta que cerraron justo después de entrar nosotros a la zona segura.

      Una vez en la ciudad enana, nos juntamos todo el grupo para decidir cuáles serían nuestros próximos pasos a seguir, sacando los planos comprados y marcando donde habíamos visto las 3 pirámides.

     La primera pirámide que vimos estaba en la ciudad de Tumladen y si asociamos a las pirámides los objetos de la colección robada de Tumladen, a esa le correspondería el Águila de Tumladen.

     La segunda pirámide la vimos en una zona boscosa, más al norte, rodeado de una zona repleta de la maravillosa planta hiedra-muro, por lo que a esta le correspondería el objeto de la Pulsera de Hiedra.

     La tercera pirámide que habíamos visto era la que habíamos dejado dentro de la caverna de Menegroth, y le correspondía el objeto del Cetro del Jaguar.

     Tras ese análisis, descubrimos que seguían un patrón de situación, todas situadas siguiendo una línea recta y con una distancia del doble entre la segunda y la tercera, que entre la primera y la segunda. Eso nos dió la pista definitiva para pensar que podía haber una cuarta siguiendo la misma linea y forzando una equidistancia entre sí. Deducimos por tanto donde debería estar situada esa cuarta pirámide y la posibilidad de una quita en la zona sur. 


Mapa de la península de Vilyamar. Con triángulos verdes hemos marcado la situación de las pirámides ya descubiertas.En la zona noroeste del cuadrante H es donde se debe encontrar la cuarta pirámide, en el valle del río.

     Así que decidimos descansar en Menegroth un par de días para recuperarnos de nuestras heridas y prepararnos para partir en busca de la cuarta pirámide.

José Mariano Antón y Sergio Antón.


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

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