Como jugador no he tenido ninguna sesión especial. Soy igual de malo y pesado en todas ellas como el resto de mis compañeros de mesa pueden asegurar.
Como Master la mejor sesión fue dirigiendo “Al Norte de Narborel” consiguiendo una aventura que mis jugadores todavía recuerdan y ¡eso que han pasado más de 13 años!
Buscando en el baúl de los recuerdos ... ¡conseguí encontrar la revista Dragón original! |
Sergio Antón:
Recuerdo varias sesiones geniales, pero destacaré dos:
Una de ellas era como jugador en una campaña de Vampiro: Edad Oscura en la que llevaba a un Capadocio, en la que estábamos en Alejandría buscando a las mujeres del condado de Durham que habían sido raptadas por una secta, entre ellas la prometida del conde (que era un PJ) y que era un matrimonio de conveniencia para garantizar buenas relaciones en un futuro entre los dos condados vecinos. Nos liamos y retrasamos y cuando llegamos a su rescate era tarde, puesto que las habían matado a todas en un sangriento ritual. Para evitar una guerra entre los dos condados, decidimos convertirla en vampiro y crear un vínculo de sangre entre ella y el conde en los dos sentidos para simular una especie de amor mutuo entre ambos. Pero mientras discutíamos y decidíamos quién sería quién convertiría a la joven en una condenada a la inmortalidad se nos escapó el tiempo y murió. Fue una sesión muy intensa y con un final muy decepcionante en un primer momento, pero que hizo al grupo trabajar mucho para poder superar la adversidad. Por un lado, decidimos encontrar de una vez al culpable y vengarnos como es debido, por otro lado, planear el regreso a Inglaterra y mantener la paz entre los dos condados, y una tercera parte que consistía en encontrar el ritual necesario para resucitar a un cadáver, aunque sea como vampiro. Ya hablé de esta campaña en el desafío del año pasado en las preguntas 4 y 11.
Como master, he tenido sesiones buenas y malas, pero no recuerdo alguna que destaque sobremanera y que recuerde como la mejor. Así que he preguntado a los monos habituales cual era la mejor sesión en la que yo había dirigido y hubo bastante unanimidad al respecto.
Cuando empezamos a quedar, allá por el 2007, hice algunas partidas sueltas de a La llamada de Cthulhu y comencé haciendo las que vienen en el libro básico (edición de La Factoría de Ideas). Pues hay una, “El baile del muerto” en la que iban a un club nocturno para disfrutar de una velada de jazz y recuerdo haber preparado con mucho mimo aquella sesión, ambientación, descripciones y busqué música de una banda de jazz de la época recomendada en la aventura. Aquello fue un tema que les zambulló de pleno en la partida y les gustó mucho.
Es curioso que he dirigido varias campañas, y la terminación nunca la recuerdo con mucha ilusión; supongo que la sensación de que algo se termina no me gusta.
Ostras, la de la norte de Narborel también la conservo en mi memoria. La verdad es que es de las mejores aventuras que publicaron en las primeras Dragón, lástima que ya no conserve ningún número.
ResponderEliminarEs una de las partidas que mas he dirigido a grupos distintos. Es mi particular Casa Corbitt.
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