viernes, 17 de octubre de 2014

Simioreseña: Dungeon Raiders

     Hoy simioreseñamos el último juego de mesa al que hemos jugado: Dungeon Raiders.


     Dungeon raiders es un juego semicooperativo humorístico de 2 a 5 jugadores (aunque mejor con 4 o 5) con una duración de 20 minutos en el que un grupo de aguerridos aventureros se introducen en una mazmorra a saquearla (de ahí su nombre). Como veis todo con una temática muy old-school. El vencedor del juego es el último que sobrevive o el que consigue más tesoro tras eliminar al monstruo final. En caso de empate con el tesoro ganará quien más vida tenga al final de la partida.

     Hay 5 personajes que se reparten al azar entre los diferentes jugadores: Explorador, ladrón, mago, caballero y guerrero. Cada personaje tiene una serie de características y habilidades especiales. Cada jugador recibe al inicio del juego 5 cartas de poder numeradas de 1 a 5 así como los objetivos que indique su carta de personaje.



     A continuación se barajan las cartas de mazmorra y se dividen en 5 montones de 5 cartas representando los 5 niveles del dungeon. Bajo el último montón se coloca la carta de jefe. Algunas de las 5 habitaciones de cada nivel serán visibles y otras no (nadie se puede fiar de los antiguos mapas).

     El desarrollo de los niveles y las diferentes habitaciones siempre es el mismo. Cada nivel se divide en 5 habitaciones que pueden ser monstruos, trampas o tesoros. Cada habitación tiene asignada una puntuación de dificultad que dependerá del número de jugadores. Los jugadores jugarán sus cartas de poder en secreto para conseguir igualar o superar (o no) la puntuación de desafío de la habitación. Superarla implica pasar a la siguiente habitación o recibir la recompensa indicada. Fallar siempre tiene su castigo. En el caso de un monstruo golpeará al jugador que haya jugado la carta de poder más baja. Con las trampas dependerá del tipo de trampa, algunas afectan a todos, otras sólo al que más dinero tiene... La propia mecánica del juego implica ser un poco malo y que, a veces, interese que el grupo falle en un encuentro. Cuando se finaliza un nivel todos los jugadores recuperan sus cartas de poder pero no los objetos jugados y comienza la exploración del siguiente nivel.

Un nivel típico

     Los jugadores pueden disponer de objetos de un solo uso que, en algunos encuentros pueden sustituir a las cartas de poder. Los objetos del juego son: Espada, llave, antorcha y bola de cristal. La espada puede usarse como una carta de poder de valor 5 en un combate, la llave como una carta de poder de valor 5 en un encuentro de tesoro, la antorcha te permite adelantarte a tus compañeros y ver las habitaciones cerradas y poder así pensar en el uso de las cartas de poder (también sirve como carta de valor 5 contra algún monstruo concreto) y por último la bola de cristal, que te permite ver las cartas de poder que van a jugar el resto de jugadores. Una vez usado el objeto se descarta.

Los malos de final de juego

     El recuento de los puntos de vida de cada personaje se lleva con unos cubitos de plástico muy monos no pudiendo nunca superar el máximo de 10 (independientemente del valor al inicio de la partida). El dinero en cambio se cuenta por medio de dos cartas. Creo que hacerlo también con cubitos no hubiese encarecido mucho el coste del juego y hubiese quedado más bonito.

     El juego es un estupendo filler mientras se hace tiempo para otra actividad, es muy divertido y pica para jugar más de una partida. La propia mecánica del juego exige un poco de maldad y picardía (sin llegar a niveles de maldad como Munchkin) por lo que los malos rollos entre los jugadores no deberían producirse.

¡Listos para explorar el nivel 1!

     Nuestra primera partida fue tranquilita y todos nos ayudábamos (como buen grupo de aventureros) hasta que al llegar al último nivel nos dimos cuenta que no habíamos sido suficientemente perverso. En la segunda, alguien se las ingenió para que activásemos una trampa y la pérdida de puntos de vida de la mitad de los jugadores, fue determinante para el desarrollo del resto de la partida.

Para explorar dungeons siempre se necesita ir bien equipado de pipas.
Los monos lo sabemos muy bien.

     Como punto negativo, aparte de no tener cubitos para el dinero y que sea todo más visual, el principal es el número limitado de personajes (¿dónde están el clérigo, el enano y el elfo?). Tampoco estaría mal algún objeto más así como algún tipo de habitación distinta. A pesar de todo, son puntos menores que no desmerecen al juego.

     Con un precio inferior a 15€ es muy recomendable para todos los tiempos muertos.

Gwydion.


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

2 comentarios:

  1. Buenas.
    Coincido con vosotros en que algunas cartas más, sobretodo trampas habría sido más interesante para el juego. Lo del dinero con cubitos la verdad es que me da un poco igual, el sistema de cartas funciona bastante bien.

    Pero es un juego que cumple sus expectativas, un filler rápido de poca duración que tiene su encanto, y a un precio muy económico.

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    1. Supongo que esas cartas de más son carne de cañ.. Digooo de expansión. Aún
      asi nos gusto mucho. No se nos quedo esa sensacion como en el Munchkin que
      Puede hacerse eterna una partida.

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