viernes, 5 de febrero de 2016

Asociaciones de rol

He leído varios artículos y comentarios sobre los clubes de rol, algunos de ellos bastante pesimistas al respecto del funcionamiento y bien de los mismos. Podéis leer la entrada de Funs Athal aquí y la del Sr. Rojo aqui al respecto para poneros en contexto. Esto me ha motivado a compartir mi experiencia de tantos años con el asociacionismo y contar algunas historias de abuelo cebolleta.

Descubrí el rol a los 14 años con un grupo de amigos. Hicimos unos pinitos con el Señor de los Anillos de Joc Internacional, Paranoia y enseguida probamos el D&D y el AD&D. Este último fue el que verdaderamente nos enganchó.

Eramos adolescentes sin apenas dinero así que, salvo el Señor de los Anillos que se lo compró uno del grupo (Juan Antonio), los juegos que teníamos eran fotocopias de ejemplares que había en la biblioteca de Alicante (Agoney era nuestro contacto).

Otro miembro del grupo (Paco) era socio de un club de rol, y como no podía ser de otra manera, acabamos apuntándonos al mismo. Era una manera de contactar con más gente que compartía la afición, conseguir un sitio donde jugar, y ver formas diferentes de juego a las que estábamos acostumbrados. Y todo ello por una cuota de tan solo 100 pesetas al mes.

Un par de meses más tarde organizaron las primeras jornadas de rol, en 1993. A través del ayuntamiento, y siendo una actividad novedosa, se consiguió una subvención para comprar material, la cesión de un local por parte de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) donde realizar las jornadas en pleno centro del pueblo al paso de todo el mundo, y colaboración de Joc Internacional.

Recuerdo con cariño aquellas jornadas porque flipé con la cantidad de gente que asistió (unas 150 personas entre los dos días), la variedad de partidas y juegos disponibles que ni conocía como Aquelarre, Rolemaster, ... partidos de Blood Bowl con sus figuras pintadas y un campo de astrogranito tuneado. Increíble.

Esa actividad no se pudo haber logrado si no hubiera una asociación detrás organizada y que diera la cara. Supongo que tarde o temprano hubiera descubierto más juegos de rol y más gente, pero ese club supuso mi entrada al mundillo por una puerta mucho más grande y directa que si lo hubiera hecho poco a poco con mi grupo de juego habitual.

Buscando fotos de albumes viejos.
Eramos chavales, pero poníamos muchas ganas.


Pasado algunos años, acabé siendo Presidente del club una legislatura, Vicepresidente un par de legislaturas más y como Vocal otras tantas, aunque no exactamente por ese orden. Durante ese tiempo y trabajando en equipo con otros socios y amigos, conseguimos organizar diferentes actividades como 14 ediciones anuales de las Jornadas de rol, 6 ediciones de Torneos de Rol y Estrategia, 3 ediciones de Días de Rol (similar a las jornadas, pero el cambio de nombre nos permitía hacer así más de una al año), concursos de relatos, módulos y dibujos, publicación de un fanzine (25 números gratuitos que algún día escanearé para compartirlos), y muchas más actividades de cara al exterior.

Las Jornadas nos dejaron instantáneas sorprendentes ...

Está bien hacer actividades para "no socios", para difundir el rol, para colaborar con el pueblo, la demanda cultural juvenil y todo lo que tú quieras. Pero si no hubiera algo que te proporcionase algún tipo de ventaja o privilegio a los socios con respecto a los no socios, ¿para que apuntarte y pagar una cuota? Así que también organizábamos actividades internas para los socios. Teníamos que hacer cosas motivadoras para seguir continuar.

Mucha cara de niño, ¡incluso de youtubers! ;)

Conseguimos un local, compartido con más asociaciones, pero un local al fin y al cabo, con armarios y taquillas donde poder guardar material, poder realizar nuestras partidas y actividades. Montamos un servicio de biblioteca de juegos de rol, algún juego de mesa, literatura fantástica, juegos de estrategia (sobretodo Blood Bowl), una agenda de partidas para los socios, torneos de Blood Bowl (con aquella mítica liga de 20 equipos a ida y vuelta), Warhammer, Necromunda; y más cosas que sería muy largo enumerar.

Foto del 2003 en unas jornadas en San Juan
organizadas por nuestros amigos Dunlluns and Chuljus
Todo eso estoy convencido de que no podría haberlo conseguido de no haber sido por la asociación. Inicialmente eramos 5 chicos que nos juntábamos después de clase para jugar, y gracias a la irrisoria cuota de 100 pesetas al mes, teníamos acceso a prácticamente todo el rol publicado en ese momento. Hubo ocasiones en las que el número de partidas abiertas llegaron hasta 10 de juegos diferentes, ofreciendo una variedad muy grande.

Todo esto no significa que no surgieran problemas o roces entre las personas. Con el tiempo recuerdas con nostalgia los momentos buenos, pero algunos curramos mucho esos años para mantener el orden y la buena marcha de las actividades, aunque también nos caían críticas. Y es algo normal, nunca llueve a gusto de todos, pero hay que saber enfrentarse a esas situaciones. Uno de los peores momentos fue la evolución de un pequeño grupo de socios que rozaba el vandalismo en alguna ocasión y desde el ayuntamiento nos dieron una advertencia, "o moderáis vuestro comportamiento u os quitamos el acceso al local y las subvenciones". Poner en entredicho una asociación de unas 70 personas por aquel entonces porque 4 se salen de madre, hay que atajarlo y es al presidente al que le toca dar la cara. Y no es nada agradable.

Otra cosa a tener en cuenta sobre una asociación es que es un ente, normalmente abierto, formado por socios, que van cambiando y evolucionando. Es normal, y pienso que hasta bueno en muchas circunstancias, que el control no recaiga siempre en las mismas personas. Para mí, un punto importante para la buena salud de una asociación es el relevo generacional. Por mucha pasión que pongas, por mucho interés que tengas, al final vas acumulando cansancio, vas creciendo, las prioridades en la vida cambian (estudios, trabajo, novia, familia, ...) y es importante una labor de la directiva para ir preparando ese relevo. Delegar tareas y hacer equipos de trabajo son cosas sencillas que pueden salvar una asociación si es que los socios están por la labor.

En mi caso, en los estatutos iniciales no había restricción para formar parte de la junta directiva, salvo que no se podía ser presidente más de dos legislaturas consecutivas. Pero con la experiencia, se hicieron algunos cambios para exigir ciertos requisitos a la hora de entrar en la directiva: mayoría de edad, tener al menos 12 meses de antigüedad como socio y tener el pago de las cuotas al día. Es algo lógico y que nos llevó a evitar problemas en la continuidad de la asociación.

Para ir cerrando, veo muy positivos los clubs de rol para mejorar la difusión del rol. Es cierto que se pueden organizar eventos a título individual, pero nos abrieron muchas más puertas el hecho de ser asociación legal, de ser un grupo de gente con inquietudes comunes y ganas de trabajar. Pero también hay que tener presente que un club también tiene que tener actividades internas y, por ejemplo, es más asequible conseguir la cesión temporal de algún local donde desarrollarlas.

En mi caso, por el trabajo y la familia mi tiempo libre es escaso y muchas veces a horas intempestivas. Actualmente prefiero dedicarlo directamente para jugar con mi grupo de juego y no apuntarme a un club del que no voy a poder disfrutar ni colaborar como quizás se merezca. Hay épocas para todo, y dentro de unos años estoy convencido de que volveré a apuntarme a un club.

Me dejo muchos temas que tratar, pero por hoy creo que ya va bien.


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

15 comentarios:

  1. Me siento identificado con muchos puntos de esta entrada. Esa sensación de "éxito" tras montar unas jornadas de rol a las que acude mucha gente, lograr el patrocinio de Joc Internacional, que la asociación organice actividades, etc...
    Y todo eso en Benidorm, también en la provincia de Alicante.

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    1. En las primeras jornadas que detallo llevaba sólo unos meses en el club y no me considere organizador, pero fueron impactantes.
      Luego hubo más grandes y en las que colaboré activamente, y aunque no repetí esa sensación, si que disfruté el éxito que índicas.

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  2. Desde luego hubo unos años que el club era muy grande, ahora creo que sería muy difícil juntar a tanta gente un domingo de cada dos, no porque no se juegue tanto a rol (hay mucha gente joven que empieza y le gusta) si no que con las redes sociales, Internet, Whatsapp, etc no es imprescindible un lugar físico para hablar y quedar, pero para tener un grupo tan bueno si que es necesario verse las caras.

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    1. Tienes razón, supongo que la gestión de un club y sus actividades será diferente ahora que hace 15 o 20 años.
      Pero eso no quita que se consigan otras cosas. Siguen habiendo asociaciones de rol que funcionan, así que la clave creó que es la adaptación y el relevo generacional.

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  3. La verdad es que no se por que dices que mi entrada es negativa T_T
    En realidad lo que pretendía era fomentar la colaboración entre clubes. Desde los 14, como digo en la entrada, pertenezco a un club u otro, así que han tenido que pasar muchas experiencias buenas para llegar a los 37 y seguir en una asociación, organizando eventos, montando partidas y al pie del cañón a pesar de los niños, trabajo, obligaciones varias y tempestades ocasionales.
    En realidad, comparto mucho lo que dices.

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    1. Releyendo me doy cuenta de que no lo he dejado claro. Tu entrada es la que "levanta" el tema pero no la considero negativa. Después está la del Sr. Rojo que describe una experiencia negativa y surgen más comentarios relacionados que me motivaron a contar mi experiencia.

      Siento que haya sembrado confusión al respecto.

      Sobre la relación entre clubes es algo a lo que le dimos importancia más adelante y a día de hoy considero muchísimo más importante. En su día, a pesar un club "de pueblo", conocimos gente de otros clubes de Alicante (capital y provincia) y algunos de Valencia. Ya en la última época en la que estuve activo hicimos más colaboraciones con Dunlluns and Chuljus de San Juan (pueblo vecino), que nos enriqueció mucho en la afición.

      Un placer recibir tu visita en nuestro blog (a pesar de mi pobre explicación).

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    3. La importancia que se dan a las cosas cambia con la experiencia. En unos momentos podría no interesarnos conocer a otros jugadores y sus experiencias, mientras que más adelante buscar esos encuentros para enriquecernos o con otros objetivos.
      Pero como dices, todos nos desgastamos y se necesita relevo. Que creó que hay, y habrá siempre a pesar de lo que digan sobre la muerte del rol.

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    4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    5. Yo también creo que hay relevo, pero no podemos esperar que esa gente nueva sea de las mismas características que teníamos nosotros cuando empezamos. Y no pienso que eso sea malo, sino que cada época demanda ciertas cosas, y los nuevos jugadores de ahora tienen unas características diferentes a nosotros. Por ejemplo la influencia de la tecnología, videojuegos, y redes sociales, etc. toman una importancia que antes no tenía.

      Yo soy optimista en ese aspecto y no creo que el rol se muera, aunque no me gusta dejar de difundir el rol ... Por si acaso :)

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    6. Yo también creo que hay relevo, pero no podemos esperar que esa gente nueva sea de las mismas características que teníamos nosotros cuando empezamos. Y no pienso que eso sea malo, sino que cada época demanda ciertas cosas, y los nuevos jugadores de ahora tienen unas características diferentes a nosotros. Por ejemplo la influencia de la tecnología, videojuegos, y redes sociales, etc. toman una importancia que antes no tenía.

      Yo soy optimista en ese aspecto y no creo que el rol se muera, aunque no me gusta dejar de difundir el rol ... Por si acaso :)

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Al leer la entrada me he teletransportado casi 30 años hacia atrás en el tiempo. Mi primera partida de rol fue el verano de 1986. El juego, D&D versión americana. Nos juntabamos en la piscina de un amigo, y un vecino de él, de madre norteamericana, tenía los originales americanos.

    Logicamente una vez enganchados al rol... FOTOCOPIAS.

    Luego vino la periocidad semanal de jugar, el jugar con otra gente, el club, las jornadas, las directivas, mas jornadas, te vas del club, grupo reducido, distanciamiento de jugar, etc. El ciclo de la vida vamos.

    Pero a lo que iba, la vida del rol no es comparable a la de los años '90. Como tampoco es comparable la oferta de juegos de rol de PC. Antes quedar era algo dificil por la escasez de espacios publicos para ello. Hoy porque la gente aunque juegue al rol suele ser grupos reducidos.

    Y respecto a las jornadas, las Ludus Myrtea de Murca llevan tres años y con gran afluencia de gente.

    Lo dicho, vaya tosoton del carroza cebolleta

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    1. Gracias por comentar. Yo llevo algunos años fuera del asociacionismo, pero si que intento participar en jornadas y actividades siempre que puedo.
      Y no preocupes por historias viejunas, soy el primero que las saca cada vez que puedo, jejeje.

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