Cuentanos
algo feo relacionado con el hecho de ser rolero.
Gwydion:
Ummm, algo feo?
Los estereotipos roleros? Todos
los conocemos. Quizás el más feo sea que
no me gusta que me toquen los dados.
Sergio Antón:
Están las típicas anécdotas de algún conocido o familiar que te mira raro cuando se enteró de que jugaba al rol, o de que un amigo graciosete nos haga una visita en unas jornadas de rol y acabe despidiéndose a voz en grito ¡hasta luego asesinos!
Pero sin duda, el asunto más feo que recuerdo es encontrarme un día un artículo en portada de un importante periódico de la provincia donde el concejal de juventud de mi pueblo decía que los roleros eramos potenciales asesinos. El periódico incluso preguntaba a la guardia civil si eran conscientes de la existencia de un club en la población y si habían reforzado su presencia en el pueblo. Al menos ellos sí que fueron más sensatos y la respuesta era de que desconocían que existiera una asociación, pero que los juegos de rol eran inofensivos y que no había ningún motivo para reforzar nada ni crear alarma entre los vecinos.
Por aquel entonces yo era el presidente del club de rol, y recuerdo llamar al ayuntamiento ese mismo día para hablar con él. La secretaria me dijo que estaba ocupado y cuando le comenté el motivo de mi llamada me dió cita urgente para esa misma tarde.
Allí me presenté junto con otro miembro de la junta directiva y el periódico en mano para pedir explicaciones. Nos pidió disculpas, nos dijo que se había sacado sus declaraciones de contexto, y que hablaría con el periódico para que rectificasen el artículo. Ese señor es psicólogo, y a día de hoy sigue participando en la política local con un puesto destacado, y nos quiso explicar aquello de que cualquier persona es potencialmente lo que sea, siempre que esté en su mano. En fín, fue algo desagradable, y aunque intentó arreglar el asunto en ese momento y en actividades posteriores intentó corregir nuestra relación, nunca llegó a la altura.
Aún recuerdo ir a hablar con él cuando estudiamos la viabilidad de organizar unas jornadas CLN, y nos dijo que teníamos todo su apoyo, porque total, sólo necesitábamos más mesas y más sillas. No tenía ni idea de que era el rol (o eso era lo que nos demostraba), pero tampoco era capaz de entender nuestras necesidades, ni siquiera de dejarnos explicar, así que en esa época crecimos poco como asociación de cara al exterior. Lo único positivo es que en unas jornadas llegó a convocar una rueda de prensa y vinieron varios medios de comunicación locales que llegaron a publicar algún artículo y una televisión local llegó a grabar un reportaje.
Guardé el periódico, pero no lo he encontrado para colgar una foto aquí del mismo. Aunque casi es mejor.
Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho
hasta entonces!
Una experiencia increible, en el sentido negativo. Pero me alegra saber que estuviste a la altura,Sergio.
ResponderEliminarGracias, fue muy incómodo por las preguntas que te empiezan a llegar de vecinos, familiares, etc. Menos mal que mis padres sabían qué era el rol y me hicieron de parapeto en algunas ocasiones.
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